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MASSAGUÉ DESCUBRE CÓMO EL CÁNCER ELUDE LA INMUNIDAD AL LLEGAR A OTROS ÓRGANOS

Hay una fase clave en la progresión del cáncer. Se produce cuando las células que han salido del tumor primario se instalan en los órganos en que tal vez en un futuro causarán metástasis. De lo que ocurra en esta fase depende que el cáncer quede atrás como una enfermedad ya superado o que vuelva a aparecer más adelante.


El investigador Joan Massagué ha descubierto ahora cómo esas células capaces de causar metástasis escapan a la vigilancia del sistema inmunitario y permanecen camufladas durante meses o durante años. Lo hacen convirtiéndose en células madre, reduciendo su actividad al mínimo y eliminando de sus membranas toda señal que pueda llamar la atención de las células inmunitarias.


“Comprender la metástasis latente representa una gran oportunidad inexplorada que puede tener un gran impacto” para mejorar el tratamiento del cáncer, declara Massagué, director del Instituto Sloan-Kettering de Nueva York. El investigador recuerda que las metástasis son la causa de la mayoría de las muertes por cáncer, ya que gran parte de los tumores primarios no afectan a órganos vitales, pero las metástasis sí lo hacen.


La visión de las metástasis que emerge de las últimas investigaciones rompe con la visión clásica según la cual los tumores primarios van liberando células a lo largo del tiempo, algunas de las cuales ya han adquirido las alteraciones genéticas necesarias para formar tumores en otros órganos.


Según la nueva visión, los tumores liberan desde sus primeros días una gran cantidad de células al torrente sanguíneo. La gran mayoría de estas células son identificadas y destruidas por el sistema inmunitario. Pero algunas de ellas consiguen llegar hasta otros órganos e instalarse allí.


La nueva investigación es la ­primera que revela cómo estas ­células latentes se esconden del sistema inmunitario. También es la primera que presenta una estrategia para atacarlas y prevenir de este modo que den lugar a me­tástasis.


Una vez han llegado al destino, las células latentes entran en un estado de quiescencia. Esto significa que se abstienen de proliferar y se quedan agazapadas esperando el momento de entrar en acción. De vez en cuando, de manera aparentemente aleatoria, hacen un intento de multiplicarse. Las células NK del sistema inmunitario detectan las nuevas células tumorales recién formadas y las eliminan sin miramientos. El nombre NK, no en vano, corresponde a las iniciales de Natural Killer (asesinas naturales, en inglés): son un brazo armado del sistema inmunitario. Pero ni tan solo las NK consiguen eliminar las células latentes iniciales, que entran de nuevo en un estado de quiescencia espe­rando una nueva ocasión para proliferar.


 La interacción entre las células cancerosas y los distintos componentes del sistema inmunitario tiene un papel crucial en la progresión tumoral. Los nuevos resultados explican que cuando hay células NK infiltradas en los tumores, el pronóstico del cáncer será mejor.


Además, abren la vía a eliminar las células latentes si se consigue que estas vuelvan a exhibir en su membrana las señales que las hacen visibles para las células NK. Posiblemente en el futuro “podremos intervenir farmacológicamente para volver a exponer las células latentes a la inmunidad”, declara Massagué. “Se trata de hacer inmunoterapia contra la metástasis latente para prevenir la metástasis real”.